campañas hechas con la última bala.

campañas hechas con la última bala.

La semana pasada 2.196.101 espectadores acudieron en toda España a la Fiesta del cine, un evento que suma ya siete ediciones rebajando el precio de las entradas a 2,90€ durante tres días, y que en esta edición consiguió que las salas españolas batieran su propio récord de asistencia. Nada mal para un sector ya tocado antes de que la subida del IVA al 21% terminara de hundirlo.

Pero… ¿la crisis del cine es sólo cuestión de bolsillo?

Es evidente que enlostiemposquecorren el verbo ahorrar ha pasado a la lista de los 10 más utilizados en medios (y en la calle) junto con poder, recortar, salir o brotar, todos ellos en sus distintas conjugaciones y sustantivaciones, pero, teniendo en cuenta que en El Día del Espectador la entrada sólo cuesta 0,90€ más, no parece motivo suficiente para tal movimiento de masas, ¿no os parece?

La Fiesta del cine ha conseguido que la gente se sume a un evento, al igual que otras iniciativas de sectores afines como La Feria del Libro, o La Nit de l’Art. Una fórmula tan antigua como cualquiera de las festividades del calendario laboral, y que con un buen apoyo mediático consiguen que no queramos ser nosotros los que nos perdamos ese día del que todoelmundo habla.

¿Y qué pasa el resto del año?

El sector del cine innova cada semana en contenidos, pero prácticamente nunca se hacen formatos de exhibición (y promoción) que vayan más allá del estreno convencional, o desde hace no mucho, de la Fiesta del cine.

Nosotros, con Sessions Golfes, un proyecto de microcine desarrollado con ACIB (Associació de Cineastes de les Illes Balears) para promocionar y difundir el trabajo de los creadores  locales a través de ciclos temáticos de cortometrajes bajo la temática INQUIETANTE + charlas con su equipo técnico/artístico, pudimos explorar esos nuevos sistemas de promoción de los que hablamos, y comprobamos que innovando, no sólo en el contenido, se puede movilizar a un gran número de personas, incluso para acudir a un proyecto independiente y muy local.

¿Y cómo lo hicimos?

Con una sola bala: creamos una campaña de comunicación que, utilizando el propio contenido como base de la comunicación, explotaba al máximo todos los recursos gratuitos disponibles para dar soporte técnico, logístico y mediático al proyecto, partiendo, para ello, de la escena cinematográfica INQUIETANTE por excelencia: los paseos de Danny por los pasillos del Overlook en el Resplandor de Kubrick. Sin fuegos artificiales, ni efectos especiales, al mas puro estilo «Dogma».

De esa escena sacamos un cartel, un clip teaser rodado por Nofre Moyá y Quindrop en los alrededores del teatro que iba a alojar las proyecciones y que consiguió más de 600 visitas en 3 semanas.

Estas piezas se difundieron a través de redes sociales, donde conseguimos en tres semanas 700 amigos y se alojaron en una web que logró más de mil visitantes.

A fin de obtener una cobertura mediática que no podíamos sufragar, creamos una promoción con el Club del Suscriptor de Última Hora que nos permitió integrar un faldón en el periódico 3 días por semana durante las 3 semanas de duración del proyecto.
Además, contactamos con soportes próximos a nuestro público por contenido, como la revista aficine y por cercanía física, como los bares de la Ruta Martiana con los que realizamos una promoción cruzada que dirigía tráfico de estos al teatro y del teatro a los bares.

Todas estas acciones despertaron el interés de los medios de comunicación y Diario de mallorca, Última Hora, Balears, IB3tv, IB3 radio, la SER, RNE cubrieron la noticia y generaron contenidos especiales relacionados con el auge de la micro-cultura.

Y finalmente, conseguimos vender 400 tickets de entrada para este primer ciclo, terminando así otra película con final feliz que esperamos tenga muchas secuelas.