Corren tiempos de llevarse las manos a la cabeza.
Hace unos días, se despedía con un último informativo CNN+. En él, nos recordaban que sus trabajadores «en ocasiones, habían hecho mucho más de lo que su contrato les exigía«.
Verbo feo «exigir» y dificil de entender en ese contexto para los que nos ganamos la vida haciendo lo que nos gusta.
Con (por supuesto) menor repercusión y (afortunadamente) menor histrionismo, unas semanas antes se despedía con un último número «Pasajes Diseño«. Una revista que se creó hace un par de años para convertirse en la publicación sobre diseño de referencia para arquitectos… y que acabó convirtiéndose en la publicación sobre diseño de referencia de casi todos los demás.
Sin grandes ambiciones, sin grandes números financieros pero con grandes números publicados, planteó una línea editorial extraterrestre para este país: que el diseño y las tendencias podían existir al margen de la moda.
Así pues, su último número es, como siempre, una mezcla equilibrada y cuidadísima de entrevistas, reportajes, artículos sobre diseño industrial, gráfico, arte e interiorismo. Con la misma ilusión, las mismas ganas y el mismo amor que en los 22 números anteriores.
Sin necesidad de alardear de una implicación que (nos consta) han tenido, y que, como el amor, resulta muy sospechosa cuando se echa en cara.
Sea como sea: una pena, vaya.
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