de tú a tú: esas nada difíciles relaciones empresa-cliente.

Es un hecho, en estos tiempos quien más quien menos repasa minuciosamente las facturas. Especialmente si eres una pequeña empresa que vive, como un barquito chiquitito, azotada por la estela de barcos mucho más grandes.
Pero estamos tan acostumbrados a que los servicios indispensables para trabajar creen relaciones muy desiguales entre empresas y mega-proveedores, que jamás se nos ocurre pensar que lo esperable sería que nos trataran como nosotros nos esforzamos en tratar a nuestros clientes.
Esperar algo así es como si una colchoneta hinchable lograra abordar un transatlántico.

Nosotros lo hemos intentado con Orange.
No conseguiremos nada que no sea reflexionar sobre la clase de servicio que esperamos de una empresa y lo importante que es apostar por una buena relación con los clientes actuales, por encima de una (hipotética) relación con los clientes potenciales.… pero eso ya nos parece algo muy muy grande.

Feliz jueves.

*podéis leer la carta aquí.

 

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