Tal vez es que los dientes, en los últimos años, se han revalorizado. O tal vez es que el Ratón Pérez se ha vuelto algo más selectivo y ya no acepta el viejo método del diente bajo la almohada. Ese diente por el que nos daba cinco duros que alcanzaban para poco más que un polo de fresa.
Lo que sea.
Esta cajita maravillosa para guardar El Diente (con uno de porcelana incluido y de dimensiones bastante estremecedoras, por cierto) la encontramos en una tienda latina de Los Angeles cuando, lamentablemente, ya no nos quedaba nada que guardar dentro.
Aunque nos siguen gustando los polos de fresa…
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