infelices para siempre.

Estamos tan acostumbrados a buscar la estética en todo que, a veces, llegamos a olvidarnos de lo horrible que es.

En este blog, se recopilan esas fotografías de revistas de decoración en las que (por ejemplo) dos huevos de mármol blanco y negro conviven apaciblemente en un salón con una familia que simula ser normal, pero que jamás podrá tener un árbol de navidad porque sus colores no encajan en la gama cromática de ese lugar que parece un bufete de abogados y ellos llaman (ejem) hogar.

La diferencia es que aquí  sustituyen los aburridos pies de foto habituales por comentarios afiladoscomocuchillosdealuminiodeunasolapieza.

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