Seguramente, de pedirle al ciudadano ibérico medio que imaginara un superhéroe español, visualizaría a un tipo barrigudo, embutido en unas mallasdeevanasarre, con tabletasdechocolate en lugar de chocolatina abdominal y misiones tan pueriles como salvar a un gato encaramado a un árbol.
Bueno, pues nuestro amigo Íñigo Aguirre, maquinó unos Ibéroes totalmente distintos: un //doble// de Valle Inclán, un Abad del Monasterio de Piedra con poderes que sólo funcionan con los católicos, o un «Representante» que defiende a sus amigos de los peligros… de la burocracia.
Y, mientras nosotros andábamos en otras guerras, le han han dado un premio por eso.
Es el autor revelación de Expocomic 2010.
Lo que viene a ser como salvar a la tierra de la colisión contra un satélite fuera de órbita. Pero con eñe.
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