Poner puertas y nombre al campo.
Hace unos meses nos llegó un reto difícil: crear un naming para una nueva tienda de Almería especializada en piensos para animales, artículos para la agricultura y la caza o alimentación gourmet. Un espacio a priori muy heterogéneo, pero donde todos los productos tienen un origen común: el campo.
Alcampo ya estaba inventado y queríamos huir del prefijo “agro” que habitualmente usan negocios similares; necesitábamos que el nombre de este centro comercial comunicara experiencia y no únicamente producto. Un naming con personalidad, diferente, emocional.
Almería, el territorio de origen.
El sentimiento de pertenencia se lleva dentro y muchas veces no tiene coordenadas, pero en esta ocasión se encuentra en Almería. Una ciudad cuyo nombre encuentra su origen en al-Mariyyāt Baŷŷāna, topónimo de su fundación y que se refiere al nombre de una atalaya costera que defendía la antigua localidad de Baŷŷāna (actual Pechina, a orillas del bajo Andarax).
Almería era pues una torre de vigía donde divisar el territorio.
La mancha, el territorio de caza.
En esta búsqueda del naming perfecto nos acercamos al vocabulario del campo, investigando palabras propias del agricultor, aprendiendo expresiones de la zona, analizando la jerga de los cazadores.
Fue entonces cuando descubrimos que, más allá del Quijote o una marca de mermelada, la mancha también es una extensión de terreno a batir donde se desarrolla la montería y donde los monteros se mueven para cazar a su presa.
La mancha es entonces un lugar donde cazar o…comprar. Porque una tienda o centro comercial también es el mejor sitio para ir a la caza de todo lo que uno quiere o necesita.
La Almanchería, el territorio de las cosas buenas.
Así fue cómo sacamos la “mancha” del campo para ponerla en mitad de Almería, en un territorio sin tierra pero sí con baldosas. Un espacio donde los surcos se convierten en pasillos, los árboles en filas de productos y el sol de mediodía en luces fluorescentes.
Una “mancha” o lugar donde, al igual que el cazador sale en busca de su presa, el agricultor, el ganadero o los amantes de las barbacoas y alimentos gourmet acuden para encontrar todo lo que necesitan.
Un terreno sin coto privado, abierto para todos los que no entienden la vida sin el campo. Un espacio donde arraigar las pasiones, donde nada tiene sentido sin el olor de la tierra mojada o el sonido de las gallinas al amanecer, donde todas las cosas buenas vienen de la tierra.
La Almanchería, el territorio de las cosas buenas. El lugar donde encontrar todo lo que necesitas para cultivar, cazar y disfrutar del campo.